martes, 11 de septiembre de 2012

Conclusión



A lo largo del trabajo práctico, con la palabra "Prototipo" como pauta, abarcamos diferentes tipos de obras arquitectónicas (viviendas) que fueron ideadas por sus autores para responder o solucionar diferentes planteos que correspondieron a su época, como lo fueron el planteo de una vivienda social donde crear una forma más funcional de vida o la búsqueda de nuevos materiales, que resultaran más baratos y accesibles, a la vez que definieron un diseño audaz rompiendo con los anteriormente establecido en la búsqueda de un nuevo modelo más representativo para el período que vivían o en el cual querían vivir.
 Estos fueron nada menos que "Prototipos", los cuales influyeron en menor o mayor medida en la arquitectura actual, dejando de alguna forma una huella en la historia del arquitectura.

Las ventajas de las casas prefabricadas


En la actualidad, y como hemos visto en todos los casos anteriores en cuanto a la construcción, se ha buscado continuamente nuevos materiales y formas de construir que respondan a las necesidades de la sociedad, a sus ritmos, ventajas y controversias.

Uno de sus resultados son las casas prefabricadas, prototipos ya establecidos que cuentan con la facilidad de poder instalarse rápidamente en cualquier terreno y con rapidez, intentando suplir el ritmo acelerado de vida y crecimiento que se presenta en las ciudades modernas. La mayoría de sus componentes provienen de una planta industrial, las piezas se venden en un kit que el usuario final “monta” en el terreno deseado. La mayoría de sus prototipos son de una sola planta y unifamiliares, no obstante, también las hay de dos pisos. 


Entre las ventajas que enumeran sus defensores, además de la ya mencionada rapidez y practicidad, los componentes prefabricados reducirían la cantidad de residuos que se generan en el terreno de la construcción, además de que su calidad sería la misma que en la obra o incluso superior, ya que cuentan con un mayor control en la planta (condiciones ambientales, controles de calidad). Y gracias a que se pueden montar rápidamente, los materiales serían menos expuestos a inclemencias climáticas.

Estas casas son modulares, montadas por paneles en seco, salvo por la plataforma o los pilares, permiten diversos diseños y pueden desmontarse y re-armarse en una locación diferente.



Sin embargo, no podemos asegurar que las prefabricadas sean construcciones más ecológicas que las tradicionales, puesto que las industrias ocupan grandes cantidades de energía para fabricar los componentes y transportarlo todo hasta el terreno. Aunque, una vez terminadas, son más eficientes energéticamente y sus materiales incluyen muchos elementos reciclables, como madera, corcho, cerámica, fibras de cáñamo, etc.




lunes, 10 de septiembre de 2012

La influencia de Le Corbusier

 El primer video relata brevemente la historia del arquitecto, presentándolo como un profeta de la nueva arquitectura. Destacamos la Unidad de Vivienda de Marsella, realizada en 1945, que se trató de una vivienda colectiva, un edificio compacto de hormigón armado, es fácil reconocer la influencia de este modelo en la actualidad, ya que encontramos gran cantidad de edificios que siguen estos patrones.


A continuación, el segundo video recopila imágenes de sus influyentes obras:






sábado, 8 de septiembre de 2012

La "casa modelo" de la Bauhaus


 Del 15 de agosto al 30 de septiembre, la escuela Bauhaus de diseño organizó una gran exposición, cuyo proyecto estrella fue la creación de una “casa modelo” (Haus am Horn), proyecto en el cual participaron todos los talleres de la escuela. El resultado fue una vivienda unifamiliar relativamente modesta, que estuvo sujeta a unas cuantas controversias.

Aunque fue el estudio particular de arquitectura de Walter Gropius (director por aquel entonces de la Bauhaus) el que llevó adelante la dirección de la obra, el diseño de la casa corrió por cuenta del pintor Georg Muche, otro profesor de la escuela, quien a punto de contraer matrimonio, planificó la vivienda ideal en la que podría vivir su familia.

La visión de Muche se materializó como una casa unifamiliar de planta cuadrada, de un solo nivel y varios cuartos soterrados para la lavandería, almacenamiento y la caldera. Su aspecto exterior era austero y geométrico: un cubo blanco del que sobresalía otro cubo más. En el centro, la sala de estar estaba más elevada que el resto de las habitaciones, como un cubo dentro de otro, en la pared sobresaliente se fijaron ventanas. Se accedía a este núcleo desde un pequeño recibidor, en tanto a su alrededor se agrupaban el resto de las dependencias.

En el ala izquierda se ubicaba la cocina, desde la que se podía acceder por el recibidor, el comedor y la habitación de los niños. En el ala derecha, las habitaciones de huéspedes, el despacho, dormitorio del señor y el baño, mientras que la alcoba de la señora estaba ubicada en el eje central tras la sala de estar.


Las críticas fueron diversas pero duras. Por un lado los más negativos (que rechazaban a la misma Bauhaus) fueron principalmente la prensa local, que llegó a calificar a la casa como un “refugio polar, un tanque para tuberías de alta presión o la calificaron de guarida de mal gusto”. En tanto las críticas más fundamentadas resultaron escasas, aunque fueron hechas principalmente hechas por los defensores de la escuela, quienes no ocultaron sus objeciones al diseño.

Finalmente, dos años después, en 1925, se publicó dentro de la colección de los libros de la Bauhaus un segmento dedicado a la Haus am Horn, que dejó de llamarse “casa modelo” (Musterhaus) para denominarse “casa experimental” (Versuchschaus). Quedaron documentados varias fotografías y dibujos, que mostraban los interiores, los novedosos materiales empleados y denotaban las características del aislamiento térmico y acústico, también así la calefacción central, lavandería, calentadores de agua, etc. Además, contaban con reseñas que detallaban las empresas suministradoras, talleres y personas implicadas en su diseño y realización.

Es destacable el detalle de que la Haus am Horn, que estaba muy lejos de ser un proyecto de “necesidades mínimas” y ser un alojamiento barato, tuvo más usuarios potenciales en la clase media o la burguesía empobrecida, que por los cambios sociales de la época, debió prescindir del servicio doméstico, recayendo el mantenimiento en manos de las amas de casa.

Fuente consultada: http://www.ub.edu/gracmon/capapers/mercedesvaldivieso.pdf

viernes, 7 de septiembre de 2012

Falansterio: una gran casa modelo para una sociedad nueva


  Charles Furrier nació el 7 de abril de 1772 en la Besançon, Francia, hijo de un próspero comerciante que fallecería cuando tenía nueve años, dejándole una próspera herencia. A pesar de que su madre intentó que su hijo continuara con la tradición familiar, Charles no fue muy afortunado en este sentido. Su juventud transcurrió en medio en una Francia agitada por el movimiento revolucionario y en medio de una profunda crisis económica, hechos que fueron más bien una inspiración, llegando a publicar en 1804 su primer artículo en el Boletín de Lyon, presentándose a sí mismo como el “descubridor de un infalible método de reorganización social, por medio del cual podría implantarse la felicidad común.”

  Entre los radicales pensamientos de este socialista utópico, destacaremos la idea de que la célula de la sociedad no debía ser la familia, sino una falange modelo de 1620 miembros, organizados en una unidad colectiva de vivienda llamada “Falansterio”, teoría que Fourier haría pública en 1822 con su “Tratado de la asociación agrícola”. Se trataba nada menos de enorme monoblock con servicios centrales, comunidades que allí habitaran no podían funcionar con menos de 350 miembros y eran necesarias unas 400 hectáreas de tierra cultivable para la autosuficiencia de la misma. Además, para su construcción se utilizarían materiales baratos y Fourier descartaba totalmente el reciclaje de construcciones pasadas, como Versalles o El Escorial, señalando que pasarían a ser museos de la barbarie incoherente.
Plano del Falansterio

 Sin embargo, Fourier sostenía aún la diferencia de clases y el culto católico (a pesar de tener una moral sexual más abierta que la iglesia), la vida en estos enormes monoblocks sería reglamentada rigurosamente según la edad y clase social, cumpliendo horarios arduos e imposibles de soportar que en ciertos casos iban desde las 3.30 a las 22 hs, pasando cada individuo (mayormente en el caso de los pobres) por todos los grupos de trabajos que eran necesarios para mantener semejante comunidad.
 Es necesario decir que el extravagante plan fracasó notablemente, debido a que los tiempos necesarios para llegar hasta los lugares asignados sólo dejaban realmente pocos minutos de trabajo productivo, por lo que el interés disminuyó en vista de los fracasos resultantes.
  Como dato interesante podemos señalar que en nuestro país, la Colonia San José, fundada por inmigrantes suizos, saboyanos y alemanes instalados en la provincia de Entre Ríos, se concibió como un Falansterio, que se sostuvo en pie hasta 1916.


Fuentes consultadas: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2439-2010-11-10.html

http://www.enxarxa.com/biblioteca/FOURIER%20El%20Falansterio.pdf

jueves, 6 de septiembre de 2012

La Maison Domino de Le Corbusier




 Le Corbusier (1887 y 1965) fue un arquitecto francés (de origen suizo) de los más importantes de su época, impulsando grandes innovaciones en la arquitectura moderna, cuya obra influyó definitivamente en la arquitectura posterior.

Entre sus grandes proyectos, destacaremos en esta ocasión el prototipo de la Maison Domino, patentado industrialmente como “Dom-Ino”, se trataba de un proyecto de fabricación de casas en serie, con una estructura fundamental de hormigón. Distribuidas en zigzag, estas casas se asemejaban a la formación de una partida del juego de dominó, Le Corbusier formuló entonces en una forma consecuente los conceptos de racionalidad y funcionalidad, identificándolo como una pieza típica de diseño de producto, como una “casa máquina”.

Para esta producción en serie requería la exploración de los tipos más apropiados para satisfacer las necesidades de una sociedad nueva. Cada proyecto y cada obra de este período forma parte de la investigación realizada para la perfección de dichos tipos, aunque el carácter de los trabajos obligara a su adecuación a las condiciones particulares de cada caso. Le Corbusier entendió que para la construcción de estas casas en serie trae consigo un problema más complicado que el estudio de la propia célula. Ya que esta seriación da lugar a “la cantidad y al amontonamiento, a la interrelación y a la inserción”. Lo que conlleva a un “problema de la vivienda colectiva”.

Sin embargo, el proyecto no llegó a ser realizado plenamente, puesto que sólo podía llevarse a cabo mediante capacidades de alto nivel de condiciones de fábrica y mano de obra especializada, aunque éstas características continuaron en la mente del arquitecto para continuar influyendo notablemente en sus proyectos futuros.



Fuentes consultadas: http://www.arqhys.com/arquitectura/casa-domino.html

http://upcommons.upc.edu/revistes/bitstream/2099/5032/6/Article09.pdf

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Introducción: ¿Qué es un prototipo?


En el Diccionario Metápolis se refiere a los Prototipos en cuanto a “la creación rápida de prototipos es quizá la competencia esencial más valiosa que una empresa innovadora puede ambicionar. En Sony tardan una media de 5 días para crear un prototipo. Michael Schrage”

Para ser más precisos, la palabra Prototipo proviene del griego: “protos” (el primero) y “tipos” (modelo, tipo). Además, la Real Academia Española explica que es un "ejemplar original o primer molde en que se fabrica una figura u otra cosa". Por lo tanto, puede abarcar a cualquier prototipo ya sea de automóviles, electrodomésticos, diseños web, casas, etc, utilizados para crear otros modelos idéntico. Sin embargo, en el desarrollo de este trabajo práctico nos enfocaremos más específicamente a aquellos en relación con la arquitectura.


Otras fuentes consultadas: http://etimologias.dechile.net/?prototipo (05/09/12)

Casa Citrohan (1920) Le Corbusier